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228 SERMON nuestro Señor , émulo y sucesor de la Religión, y zclo de su glorioso Predecesor Felipe II, que tanto se empeñó en restablecer la verdadera Res ligion en aquel Reyno, y despues en salvar sus miserables reliquias ; y este respetable y supre- mo Tribunal, depositario como de la autoridad, tambien de la fe y piedad del Soberano. Dad gracias , y démosla todos al Señor, porque conserva en nosotros la verdadera Fe, de que con menos demáéritos ha .privado 4. otras Naciones , siendo una de ellas la que executó el horroroso atentado que habeis tantas veces oido. O: aparte el Señor de nosotros semejante desgracia: Acaso , Católicos , no estará tan dis- tante. como imaginamos. Necesario es prevenir su justo furor con la penitencia, y preocupar su cara con la confesion, Ahora nos convida sú misericordia ; no esperemos á que su justicia nos espante y aterre, no ya con pestes, ambres y esterilidades , que antes son demostraciones y efectos de su bondad, sino con alejarse de noso- tros y abandonarnos , yendose á buscar otras gen- tes con quienes se consuele y descanse. Yo, Sé= or, á nombre de todos vuestros Siervos , de todas las almas Santas que hay en estos Reynos, me interpongo y atravieso , como hizo antigua- O men-