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DE LOS DESAGRAVIOS DE CHRISTO. 221 ta proporcion deben ser las obligaciones que nos corren, teniendo que desempeñar no solo las nuestras > sino las de aquellos miserables, con cuya ruina quedamos mas enriquecidos. Aquella Nacion debia oftecer 4 Dios sacrificios de ala- banza , humillarse baxo la poderosa mano de Dios, emplearse en obras de piedad y devocion; y fi- nalmente , exercitar aquellas obras y prácticas que el espíritu del Christianismo dicta y prescri= be. No lo hace así; antes corren ciegos y pre- cipitados tras sus pasiones ,:sepultados en la gula y embriaguez , abandonados 4 todo género de vicios y desórdenes, á-las pasiones de ignominia; cayendo en excesos los mas vergonzosos é in- dignos, hechos el ludibrio de las demas Nacio- nes por su fanatismo y extrayagancia , ya en lo ridículo de los dogmas, que adoptan y varian cada momento , ya en la inaudita fiereza del sui= cidio, que 4 sangre fria, y porsun' género de galanteria y juguete. cometen cada dia, á pesar de su ponderada filosofia , de su ilustracion en las Ciencias y Artes, de su ingenio original y criador, de su imaginacion feliz, de su profun- da meditacion , de sus adelantamientos y descu- brimientos en la Astronomia y Náutica , y de- mas qualidades que les distinguen y caracteri. Za