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Jue: pi Y 4 pe £ de $ y ¿+ Diet E cd + pg + o > he % E ca , | recian mayor pena, Y aunqué no ay certeza de los predeltinados, nos j z pat ee y p Sé ÉS — Delas feñales de la predeffinácio | bien fe oculta, como la hora de la muerte, por e . di ito, y al robo de mayor diiculpa. Y als: ¡ei ene e» O E he; ee el vel y n tal hora lis prude 2 las virgines á la media noche ; porque velar e o res, era mayor virtud, y eran merec doras de mas aventajado gia y fi llamara de dia , 0 al anochecer, no tentan las reprobas efcula, y nadie fabe li ha de ler falvo; con todo eflo, dize San Bernardo, ay algu- nas leñales, que fien fus principios fon conjeturas de la lalvaciony, tu perleverancia haze indubitable el fer predeftinado , y lalvo el que con» | ellas muere: Data funt figna quedam , O judicia manfcffa falutss, Serm. SS st indubirabile fit cum efe de numero elellorum , in quo figna Perman- 2 d.Olt, : fersnt. Y añade el Santo, que con ellofe podran contojar los buenos, Pa/gh. y Que los malos, que no p.ocuran tener en sl eftas (ñales , no tendrán diículpa para dexar de fer condenados, ES Y el Elpiritu Santo nos advierte , que efte Mylterio de la prede(=. tinacion , ni otros que fon fobre nue ftro entender, mo feamos curivlos.* - €n averiguarlos: Alriora te ne quefieris. Y a efte intento dezia el Santo ¿ - Pray Gil: Baltame 3 mila orilla del Mar para lavarme , fin querer con Lap. ds tp. ue az el rieígo de anegarme averiguar quanta es fu profundidad. Obre uno: 2 bien, y dexeíe de lo demás , aífsi noslo enfeñaron los Serafines, que. con dos alas cubrian a Dios la cara, con otras dos bolavan; Duabus ve- ] fai sa. daban: faciem ejus , O duabus volabant. Tratavan de bolar en el lervi-6. cio de Dios y Y no querian examinar lus fecretos , dize San Bernardo; 5 y alsi a (u exemplo hemos de dár al cuydado de bien cbrar, lo que quít- | > Ramos oy de la inuril, y arrieígada curiolidad. Y en efpecial hemos de hue macho de un engaño; en que pone el demonio Amuchos, que en- —gañavosde él, dizen: Ya ella de Dios decretado , fi me he de falvar , 0 condenar ; y no miran que esde Fe, que nos falvarémos , fi con per- leverancia guardamos los Mandamientos; y al contrario, que fin efto * nos condenarémos, Íi no nos enmendamos, —” En la vida del Sabrilifsimo Elcoto fe dize, 0ue viendo 4 un Labra» dor arando, y maldiciendo , y jarando ,' lo reprehendió por ello con gran zelo ,*y el ruítico fentido, le dixo. No me predique, Padre, que yd eltá determinado , [1.me he de lalvar, ó condenar. Y el Sagrado Dottor le replicó: Tambien eltá decretado, fi has de coger, y alsi no labres, ni - - liembres; y con elto quedó convencido , y enmendado. Tambien un US 18 El Duque de Lotaringia obraya mal, llevado del ercor del Eabrador Y .tltando enfermo, llamó 4 un Medico, y fabiendo elte fuengaño, y - defeando lacarlo de él, le dixo: Ya, [eñor, tiene Dios determinado, ti avets de curar , 9 no, y alsi es efcuíado el galto, y trabajo de la medi-- cina. Y entendiendo donde tírava, y convencido de la.razon, le dixo: De oy mas lereis Medico de mi Alma , Y de mi cuerpo: Ya tomo a le E