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Dia PRIMERO, 5? ¡Infelices quantos os injurien, pues ellosinjurianá Jesu- christo, cuyas veces exerceis! Y siendo esta una ver- dad de fe, ¿qué diremos de lo que pasa: en la Euro= pa en nuestros diast Mirad los borrascosos tiempos en que vivimos, y vereis en casi toda ella vilipendia- dos, despreciados y casi aborrecidos los Sacerdotes. En unas provincias los destierran ,. en otras dos dis=: minuyen, en otras los persiguen y encarcelan, y:en la mayor parte de los reynos atropellan sus dere- chos , sus propiedades, sus bienes y su inmunidad. ¿Qué es esto, señores de mi alma , QUÉ persecucion: tan universal es esta que experimentamos? ¿Es'el si- glo el que únicamente nos persigue, ó es nuestra vi= da poco conforme á nuestra dignidad sacerdotal? 11eu, Heu, Domine Deus! exclama leño de: dolor el Padre San Bernardo, quía ipsi sunt in persecutione tua primi, qui videntur in Ecclesia tva primatum diligere, gerere principatum (1).¿Cómo se atreven los Sacerdotes, dice el Santo, á llevar en la corona de su cabeza la señal de un reyno celestial, quando rey- na en ellos la avaricia, domina la ambicion, man- da la soberbia, y la iniquidad; y la lascivia los escla- viza? Quanti de altari vivunt, qui altari non serviunt, (1) Div. Bernard. Serm. de convers. ad cleric. et Serm, de convers. $. Pauli. Ha