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52 Exercicios EsPIRITUALTS. con los lazos del pecado. No alcanza huestra po- testad á desatarte de ellos, le dicen. Podemos con» solarte con la esperanza : podemos aliviarte con bue- nos Consejos ; pero desatarte no podemos, Retíranse aquellos primeros hombres del mundo, y envía su divina Magestad , para su remedio, al grande Abra- han , al laborioso Jacob , al puro Isaac, al legisla= dor Moysés, y 4 los demas Patriarcas y Profetas de la Ley escrita. ¡Asombrosa comitiva! Aparecen aque- llos hombres ilustres que el mismo Dios se gloria= ba de haber criado : le hacen la misma pregunta que los otros; y el miserable encarcelado no les respon- de otra cosa que á los primeros : Funes peccatorum circumplexi sunt. me. Le ofrecen su amparo , le ase- guran que obrarán prodigios en beneficio suyo, tras» tornando las leyes de la naturaleza, y haciendo que los elementos obedezcan á la fuerza de su voz ; pero soltarle de las ataduras:de. sus prisiones no pueden. Quédase el miserable sumergido en su aflicción <ela- ma de nuevo al cielo , y el Padre de las misericor. dias y Dios de toda consolación, le envia Prínci- pes, Reyes y Emperadores para su socorro. Le ofre. cen tesoros, le ofrecen provincias, reynos, imperios, felicidades temporales ; pero ¡ay ! que desatarle no pueden. Le envia las puras vírgenes del cielo , le en. vía los Santos mártires, le envia todos los ángeles y