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DIA PRIMERO. 45 riamos en ella sola fundamento bastante, no solo pa- ra conocer,sino tambien para admirar vuestra altísi- ma dignidad. Porque quien dice Sacerdote, habla de un hombre que trabaja no ya como un soldado distin- guido en la milicia de Jesuchristo, segun la expresion del grande Apóstol San Pablo (1), sino que puesto al frente de las tropas del Señor como un sagrado y va- leroso capitan , las anima con su exemplo y su doc- trina en los ataques que sufren de los enemigos de su alma, y las conduce á la conquista de la patria celes- tial: Sacerdos, id est, sacer dux: Quien dice Sacerdo- te, habla de un hombre en cuyos labios está deposi- tada la sabiduría para comunicarla á los pueblos que la buscan en ellos, como dice el Señor en las santas Escrituras (2) , y que-les suministra no solo la doc= trina de la fe que fixa su creencia, sino la de las cos- tumbres que forma su corazon segun el corazon de Dios : Sacerdos id est, sacra docens. Habla de un hombre á quien el Omnipotente , despues de haberse hecho hombre, y fundado su Iglesia , enca rga la dis- tribucion de sus gracias, su espíritu, su predicación y (1) Labora sicut bonus miles Christi. S. Paul. Ep. 11. ad Ti- moth. C. 11. y. 3. (2) Labia enim Sacerd.tis custodient scientiam y et legem requirent ex ore ejus : quía angelus Domini excrcitivn est. Malach; c. 11. y. 7.