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DIA QUINTO, 365 los sacramentos , instruir, confesar y predicar á los fieles + nosotros , digo, cargados con tantas obliga- ciones, ¿no nos aplicaremos al trabajo con un zelo ardiente , y una perpetua vigilancia digna de un mi- nistro del Altísimo? ¿De un ministro á quien acaso eli- gió Dios, y dotó con particulares dones. y gracias pa- ra que únicamente los aplicase á este fin ? Este fué el cargo que Mardoqueo hacia á su sobrina Ester, quan- do oprimido el pueblo de Dios con la tiranía de Aman, viéndola favorecida del Rey Asuero, le instaba sobre que negociase la revocacion de aquella cruelísima sen- tencia: Et quis novit, utrum idcirco ad regem veneris, ut ón tali tempore parareris (1)? ¿Quién sabe, le decia, si el haberte Dios levantado al reyno, y el haber ha- Hado gracia en los ojos de Asuero, fué una disposicion adorable de la divina Providencia, para que ahora li- braras á tus hermanos los Israelitas de tanta opresion, y de un decreto tan injusto? ¿Qué sabes pues, minis» tro de Jesuchristo, Quis novit? si te crió Dios.en estos tristes dias parael fin de reducir pecadores ?.Quis no- vit? ¿Qué sabes si te dió su Magestad el afecto que tie- nes á.la virtud, y te entró en el palaciode la oracion, para que inspiraras estos afectos santos en el corazon de tus hermanos? Quis novit? El peligro de los chris" (1) Esth. c.1v. v. 14,