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DIA “QUINTO. 353 to le quiere, se puede comparar con innumerables mártires, y poner en el número de ellos; porque si eb'mártir rhuere una vez por:Chtisto, el pastór, si exercé su oficio'toimb debe, ¡muere mil veces por sus ovejasiono" :c4¿ Qué responderáná esto aquellos ministros del Señor que despúes de beber los vientos en las pre= tensiones: para “adquirir: un beneficio eclesiástico de pingiies rentas , se desentienden de su residencia per- sonal, y del cumplimiento de sus funciones por me- dio'de un- infeliz sirviente 4 quien apénas dan pan; entregándose ellos á una vida ociosa, inútil y grayó- sa á la Iglesia y al Estado , enla corte ó en las grán=" des poblaciones? ¿Piensan ellos que hay: en la Iglesia de Dios rentas destinadas para los ociosos? No; dice el' Apóstol San Pablo :al'que no quiera trabajar, no se le dé de comer: Siquis non vult operari , nec man- ducet:(1). ¿Qué responden á esto los prebendados de las catedrales; que sin legítimo impedimento, y con pretextos frívolos, se descartan de la asistencia al coro y al altar, gravando á sus virtuosos coherma= nós, que compadecidos de sus miserias , y promo- viendo con aquel nuevo trabajo el divino culto, prow curan suplir sus faltas? ¿Se' persuaden 4 que las en- (1) Epist. Paul. 11: ad Thessal. e. 111. y. 10, Yy 2