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348 Exercicios EsPIRITUALES. sean todos mis sentidos, que tan mal los empleg, Malditas mis manos, que habiendo tantas veces to- cadó las carnes del Hijo de.la Vírgen, no tuve valor para impedirlas que tocasen las carnes del objeto de mi perdicion: no tuve ánimo para mandarlas socorrer las necesidades de los pobres, ni para castigar con ellas las rebeldías de.mi indómito cuerpo. Malditos sean mis ojos, mi lengua y todos los miembros de mi cuer- po brutal, pues tan mal usé de todos ellos. Malditas sean las potencias de mi alma, pues tan poco me serví de ellas para alabar 4 mi Criador. Maldito sea el prelado que me ordenó, maldito mi sacerdocio, malditos los beneficios que pretendí, malditos los dias que:celebré , los: años que viví, y la eternidad que muriendo viviré, Malditos sean los altares”, los templos, los sacramentos, los ángeles, y el mismo Dios sea maldito, pues tan cruélmente me atormen= ta. Así, así, alma mia, se desesperará un mal Sacer- dote:en el infierno. Así braman desde aquellos brase. ros encendidos los que entráron al clericato sin la di- vina vocacion , solo por el ansia de enriquecerse con la sangre de los pobres; Así braman aquellos cléri- gos mundanos, que viviéron: con unas costumbres pérdidas, entregados á la ociosidad, á la luxuria, á la avaricia. y la soberbia. Así rugen los pastores negli- . gentes y: perezosos en la guarda, instruccion y en-