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332 Exencicios EspIRITUALES- cipicio ni con el exemplo ni con la voz; pero; ay! su sangre la exigirá Dios de vuestras manos. Cuesta mucho, dicen, explicar seguidamente el Evangelio, y las verdades de la fe y las costumbres: no nos acomo- da madrugar, sentarnos en el confesonario, asistir 4 los enfermos , enseñar á los niños: otros pasan sia ha- «cer nada de esto , bien podemos pasar tambien nos- otros. Así , así se oye tal vez discurrir á un eclesiás» tico; y lo peor es que así se hace. Pero oigan á San Bernardo, y estremézcanse los que así hablan: In labore hominum non sunt , ¿n labore deemonum erunt, Irán 4 trabajar con los demonios en el infierno, los que en la tierra no se apliquen al trabajo con los hombres. Las ovejas deben oir la voz de su pastor: este debe conducirlas, guiarlas y llevarlas sobre sus mismos hombros. No le mantienen en su ministerio para que se descarte de sus funciones , sino para que dé la vida por ellas, si es necesario , como buen pastor. Si esta cuenta de los ociosos: pasemos la vida tranquilamente , no nos quitemos con esos afanes la salud , Dios no quiere que nadie se mate: otros mu- chos que pasan por virtuosos viven así: no es de presumir de la infinita misericordia que pierda á to- dos. Si estos discursos con que pretenden paliar su in- dolencia no pocos Sacerdotes , los hicieran todos los ,