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Dia QUINTO. 32 les Christi (1). Ya tambien es llamada la santa Igle- O) sia un redil, del que los Sacerdotes como pastores de las ovejas de Jesus deben cuidar y proveerle en sus necesidades : Pascite qui in vobis est gregem Dei (2), Ya es comparada á un fértil campo, en que abun- dando las mieses , faltan obreros que las recojan (3). Confiósenos el cultivo de este campo , para que con muestro sudor produxese frutos abundantes , precio= sos y permanentes. Pero hablemos sin figuras, sin embargo de ser tan respetables, como tomadas todas de la divina Escritura : las necesidades que la santa Iglesia padece en sus hijos , exigen de nosotros unos cuidados incesantes. Ella nos Sfrece en todas partes espíritus indóciles , tercos y duros que convencer, espíritus tímidos y cobardes que reanimar, espíritus ignorantes que instruir , espíritus tentados que soste= ner , espíritus dominados del desórden de las pasio- nes que justificar, y espíritus virtuosos que confir= mar y fortalecer. Quiere que asistamos en el tem plo para cantar las alabanzas del Señor , que su- bamos á los altares para celebrar los soberanos mis- terios; que hagamos oir nuestra voz desde los púl= (1) | Epist. Pauli 11. ad Timoth. c.11. y. 3. (2) Epist. 1. Petri, C. v. v. 2. (3) Messis quidem multa , operarii autem paucí. Matth. C. TX. VEIS. 37+