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Dia QUARTO. 207 sostiene la Iglesia , y dilata la fe hasta los extremos de la tierra. El exemplo triunfa de la ignorancia del gentil, dela malicia obstinada del herege , y de la perversidad del mal .christiano. El exemplo con- funde al pecador , y fortifica y mejora al justo. Ea “suma, no'hay alma que no pueda decir del buen exemplo lo que el venerable Tobías de San Rafael: es ¿bonis omnibus per eum' repleti sumus (1): que el buen exemplo nos ha colmado de todos los bienes. Pero, auditorio respetable, ¿dónde estan estos Sa- cerdotes exemplares de quienes podamos prometer- -nos tantos bienes? Quis est' bic, et laudabimus eum(2 ¿Quién es el que en el dia no ¡arranca lágrimas del corazon de su madre la santa Iglesia por los daños que ocasiona en ella por la falta de este buen exem- plo? ¡Ah! esta es puntualmente la materia del segun- do punto, digna á la verdad del mas amargo llanto. SEGUNDO PUNTO. Sí, señores, lo he dicho y lo repito , lágrimas de sangre la mas pura del corazon eran menester para llorar los funestísimos estragos que hace en las almas (1) Tobix, c. x11. v. 3- (2) Eccli. c. xxxt. Y. 9. Ppa