BCCPAM000538-4-28000000000000

DiA QUARTE. 269 sente el llanto de nuestros hermanos los demas Sa- cerdotes graves , modestos y edificantes que gemian por nuestros extravíos? ¿Qué satisfaccion daremos en» tónces al escándalo de los fieles, de los quales unos murmuran , otros se compadecen y otros nos insul- tan al vernos vestir, andar y mantener amistades, mas propias de jóvenes libertinos que de sagrados ministros del Señor? Quid ergo dicemus ad hec? Nada mas que humillarnos delante de Dios, y exclamar: Justus es, Domine, et rectum judicium. tuum. Justo eres, Señor, justos son tus juicios. Juste es que nos veamos oprimidos y despojados de nuestras exéncio- nes: justo es que nos veamos empobrecidos, despre- ciados y hechos el oprobrio de las gentes: justo es que experimentemos la rectitud de vuestra justicia, pues faltamos á nuestras obligaciones. Domine , mi- serere nostri. Señor y Dios altísimo, tened miseri= cordia de nosotros , que ya conocemos con vuestra gracia la malicia y fealdad de nuestra culpa, Peca- mos , Señor, hicimos mal, hemos cometido la mal- dad : la confesamos llenos de vergiienza , y espera- mos en esa infinita misericordia que nos perdonareis: Te enim expectavimus : esto brachium nostrum in ma= ne, eb salus nostra in tempore tribulationis (1). Nos (1) 1sai. eu. y. 2.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz