BCCPAM000538-4-28000000000000

DIA TERCERO. 227 SEGUNDA PARTE. No es fácil compreherder tómo los Sacerdotes podrian cometer el pecado “del sacrilegio, si refle- xionaran la espantosa maldad de una alma que co- mulga en pecado mortal. Á pocas “consideraciones que hicieran, hallarian que por este pecado es arro* jado el cuerpo de Jesuchristo como en un albañal in mundo. Es maldito de Dios quien así ultraja al divi- no Sacramento, y se-constituye“envun estado de in- corregibilidad é impenitencia final;*pero como nul= lus est qui recogitet corde , como:no'se detienen á cónsiderarlo : como celebran sín fe , sin temor santo y sin caridad ,se abalanzan , se arrojan ,se precipi- tan ás un crímen tan enorme sin espanto de su for- midable gravedad. Pues considerémoslo nosotros pa- ra llorar amargamente un estado tan infeliz. El que celebra en pecado arroja el cuerpo y sán= gre de Jesuchristo como en un albañal hedioudo. Pro- posicion terrible que proferia con terminantes pala= bras Santo Tomas de Villanueva quando decia: Quan. tumsit fNagitium, in spurcissimam tui corporis cloa= cam sacratum Christi sanguinem perfundere (1)? Un mal Sacerdote que celebra en pecado, trata y maneja (1) S. Thom. 4 Villan. Serm. 111. de Corp. Christ.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz