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ña e | 4 3 1go Exercicios EsPIRTUALES. »se hace en la misa, se contiene y sacrifica incruen. »” tamente aquel mismo Christo que se ofreció por una ”yez Cruentamente en el ara de la cruz ; enseña el »santo Concilio que este sacrificio es con toda ver. » dad propiciatorio; y que se logra por él, si nos acer- »camos alSeñor contritos y penitentes, su misericor- »dia; y hallaremos su gracia por medio de sus opor- »tunos auxilios, si con sincero corazon y recta fe, si Con temor y reverencia nos presentamos en el al- »tar. En efecto (prosigue diciendo el Concilio) apla= s»»cado el Señor con esta oblacion , y concediendo la ' »gracia y don de la penitencia , perdona los delitos » y pecados por grandes que sean : porque la hostia »es una misma, uno mismo el que ahora se ofrece por »el ministerio de los Sacerdotes, que el que entónces »se ofreció á sí mismo en la cruz, con soula la dife- »rencia del modo de ofrecerse. Los frutos, por cier- »to, de aquella oblacion cruenta se logran abundan- wtísimamente por esta incruenta; tan léjos está el que »esta derogue de modo alguno á aquella. De aquí es »que no solo se ofrece con justa razon por los peca- »dos, penas y satisfacciones, y otras necesidades »de los fieles que viven; sino tambien, segun la tra- wWdicion de los Apóstoles , por los que han muerto »en Christo, sin estar plenamente purificados,” Hasta aquí las palabas del santo Concilio, que bien