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Dia SEGUNDO. 159 dereliquisti (1)? Dios mio, Dios mio, mírame con aquellos benignos y amables ojos con que miraste á Pedro despues de su riegacion , 4 la Magdalena des- pues de su pecado, y al Publicano en la confusion provechosa de su saludable arrepentimiento : míra- me, y escucha favorable mi oracion : Quare me dere- Jiquisti? ¿Por qué me permitiste ser concebido en pe- cado, y no me dexaste en el estado eterno de mi nada, en que yo no te ofendia, ni podia ofenderte porque no existia yo? ¿Porque mi primer ser moral fué ya un pe- cado, y un pecado que me apartaba de vos para siem- pre, sin yo conocerle, ni estar en mi arbitrio el evi-= tarle? Ouare? ¿Por qué ya que me lavaste con las aguás del Bautismo de aquella horrible mancha, de» xaste en mí mismo una rajz envenenada que me ¡in= clina al mal, y me dificulta y retarda el obrar el bien? ¿Porque he vivido luchando con ella toda la vida , experimentando mis cobardes derrotas en iria numerables encuentros y batallas? Quare me derelin quisti? ¿Por qué me dexaste sumergir en mi juventud en un lodazal de vicios , y no me quitasté la vida 4 la primera culpa? ¡O si mi dolor de haberos ofendido me trasladara al sepulcro! ¿Por qué.con una conducta tan poco conforme al estado santo en que me hallo, (1) Psalm.xxz. y. 2. Tom, LI, | X