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154 Exercicios ESPIRITUALES. cion mas inevitable. Nuestra ordenacion en tal caso fué un pecado, y un pecado mortal, dice San Anto- nino (1)7Si ebfin principal fuéron las rentas eclesiás. ticas”, nó las hacemos nuestras , dice el Concilio Bis turicense , y debemos restituirlas (2). ¡Qué estado , señores , tan digno de llorarse con 14- grimas de sangre, si cotejamos estos clamores de nues: tra conciencia, estós dictámenes de los Santos, y es- tas determinaciones concilíares , con lo que sabemos, con lo que vemos: y tocamos con todos los sentidos elos pretendientes de la Corte! Si:la inocencia de la vida, si la idoneidad y. la ciencia, si la pureza de in- tencion son señales ciertas de la vocacion verdadera, ¿quiénesnos las mostrarán en tantos infelices que siembran los vientos yaplican la hoz á las borrascas, segun la bella. y enérgica expresion de Oseas (3): Men= tum.seminabunt,, et turbinem metent, paraabalanzarse á las dignidades de la. Iglesia por medio de las visitas, los obsequios , las adulaciones , las partidas de juego, el: paisanage , el parentesco; las amistades, los rega- los: y los empeños? ¿Dé aquellos que: minan la tierra para barruntar las conexiones, 'parasdescubrir la de- (1) $. Anton. part. 111. c. 5. (2) Conc. 'Bitur. an. 1584. tit: de Benefic: (3) Osés; /c., VEL Vo 7»