BCCPAM000538-4-28000000000000
DIA PRIMERO. 75 No ignorais, venerables Sacerdotes, que la mayor perfeccion de una alma, y el mayor mérito de una persona consiste en estar de tal suerte consagrada á Dios, y unida á Dios por la caridad , que toda. su conducta , sus trabajos y todas sus funciones no ten- gan otro fin que agradar á Dios, otro objeto que Dios, ni otros deseos que unirse mas y mas á su primer principio y último fin que es Dios : quejno viva sino en Dios: que no dependa de sí sino de Dios : que negada enteramente á sí misma, no busque sus pro- pios intereses sino los de Jesuchristo. Este es aquel alto y sublime estado de santidad en que se hallaba el grande Apóstol quando decia : vivo yo, mas ya no yo, porque vive Christo en mí. Á este sublime estado de perfección es menester aspirar con todo empeño, si hemos de acompañar nuestra dignidad sacerdotal con el decoro y santidad que le corres= ponde. Como christianos, como Sacerdotes y co- mo pastores de las almas, hemos contraido con Dios esta grande obligacion , y debemos cumplirla si no queremos perecer eternamente. 1 Debemos como christianos pertenecer singu- larmente á Dios, y consagrarnos á él como lo encar- ga San Pablo quando dice: Von estis vestri; empti RI RR O A
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz