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SermoN V. $4 Lombardía, donde no era menos fécesaria su ca- ridad ; pero se hallaba su nombre desconocido. ¡Que no pueda yo manifestaros todo lo que hizo Roque - en tantos viages, en tantos pueblos , rodeado de tantos enfermós, y en medio de tantas calamida- des! ¡Que no pueda yo representaros á Roque fa- tigado"con el peso de los enfermos que conducia sobre sus hombros , cuidadoso y desvelado con las vigilias que toleraba 4 la cabecera de los que ago- nizaban , por no desampararlos en el último mo- mento , flaco y extenuado con los cotidianos y fre- cuentes ayunos; ysin ll siempre activo, siem- pre celoso , siempre vigilante! ¡Ay , señores! Para un hombre de esta conducta , para un hombre ino- cente , casto, mortificado, penitente , caritativo y celoso : para un hombre que es un todo para to- dos , alegría para los tristes, consejo para los du- dosos, salud a e enicrEoos , y ceda para iio o receleis de los peligro que usa del mundo como si de él no usase , Segun la expresion del grande Apóstol (a): era un cora- zon á quien la vigilancia cristiana enseñaba que pasa el mundo y su concupiscencia , que pasa el mundo y luego desaparece, porque solo pasaba en su figura (b). Háblese de esos peligros para que abran los ojos, y vean dónde viven los amadores del mun- do, los que se-miran sujetos á las perniciosas má- ximas del mundo , los que se ensoberbecen con las dignidades, los que se acobardan con los infortu- nios , los que se alaban del «vicio que debiera lle- narlos de .rubor , y los que se avergiienzan de la (a) Qui utuntur hoe mundo , tanquam non utantur. 1. ad Co- rinth. C. vit. v. 31. (b) Praereris enim figura hujus mundi. Ibid.