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De San Roobz. camós estos solemnes y reverentes cultos , no fuera tan venerado de nosotros por haberle despreciado, pisado, y huido. Su cristiana vigilancia en preca- ver las sorpresas del mundo, nos hace ver que es un traidor enemigo, que presenta en dorada copa el mas mortal veneno, y que con una agradable y hermosa perspectiva nos encanta, para darnes despues con todo el golpe de su falsedad y horror. El Santo. nos enseña con su vida , que solo serán -— bienaventurados los que se hallen vigilantes quando venga á residenciarlos el Señor, sin haberse de- xado seducir de las apariencias del mundo: Beati servi illi quos cum... Leccion admirable, en que se comprehende la mayor grandeza de nuestro protector San Roque, el precepto que hoy nos intíma el Evangelio, y el asunto de mi sermon : Zdeo et vos... Es deciros con San Juan Chrisóstomo, que tenemos en el mundo un enemigo perpétuo, que no entiende de hacer paces con nosotros, ni aun de concedernos treguas, Ó sus- pender por algun tiempo las hostilidades; por lo ¿que necesitamos de una grande vigilancia para ven- cer sus fraudes, y triunfar de sus temibles aco= metimientos. Amados mios, prosigue diciendo el San- to, la vigilancia nos es absolutamente necesaria: velad en todo tiempo (a). Si quieres ser felíz, de- cia San Bernardo (b), si pretendes la corona, ve- la cuidadosamente, y la lograrás: Quia promisit Deus coronam vigilantibus. Para que nos esforcemos todos á la práctica de tan excelente y necesaria vir- tud , os procuraré demostrar á San Roque adorna- do con la hermosa corona de la vigilancia cristia- pe VWigilare oportet in omni tempore , opus est vigilantía ilecti, | (b) Serm. 55. ad Sor. TOMO ll. K

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