BCCPAM000538-4-27000000000000

+ pE San Roque. | 65 la inspiracion divina que le conducia, y. refle- -xlonemos brevemente sobre su heróyca vigilancia en conocerse y mortificarse, en conocer el mundo i aborrecerle. ¿Sabeis , señores, lo que habia vis- to Roque en sí, y en el mundo para tanta extra- ñeza? ¿no podia vivir como los otros caballeros de su edad y condicion? ¿No podia mantenerse lí- citamente en el estado en que Dios le habia he- cho nacer? ¿Acaso están reñidas: las riquezas con -la pobreza de espíritu? ¿Las dignidades y ¡pre- eminencias y con la humildad profunda y verdadera? No sé , señores, lo que os diga. Lo que puedo afir=- mar con San Bernardo es, que no podia seguir á Cristo cargado de los haberes del mundo: Nec currentem sequi poterat oneratus. Lo que puedo de- es imposible , pues ha ha- yes, Duques, Condes y otros todo es preciso afirmar que es muy dificultoso ; pues asegura el Evangelio que es mas facil que pase un camello por el ojo de una aguja , que un rico entre en el cielo (a), especialmente quando como Roque son llamados de Dios á la renuncia del mundo. No extraño, 4 la verdad , que San Roque abandonase el siglo, porque esto muchos lo habian hecho antes, y lo han practicado despues que él : lo que me ma- ravilla- es que renunciase el mundo , quando aun no habia probado sus, traiciones, quando se las pre- sentaba por todas partes con un aspecto inocente y agradable. ¿Qué os parece hubiera hecho Roque si esperára á experimentar que el mundo le diese mu- danzas en vez de duracion , desvíos en vez de aga- _ Sajos, traiciones en vez de agradecimientos , des- (a) Ibid. y. 25. TOMO 11, | I

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz