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| Sermon Jl. espiritual. Nos faltaba una Madre en quien como en ciudad de refugio hallaban los Apóstoles y de- mas fieles asílo en sus tribulaciones , ciencia en sus dudas, alegría en sus tristezas y amparo en todas sus penalidades. Una Madre como ésta nos ha fal- tado, ¿cómo nos hemos de alegrar? Haria sin du- da fuerza esta dificultad , si nuestra alma fuera de un sér material, terreno y. destruible, que hallase su fin en la corrupcion y el polvo, como el cuerpo; * pero la fe divina nos enseña como un artículo fun- damental del cristianismo, que el alma es una cria- tura toda espiritual , inmortal y eterna, criada por las manos del Omnipotente á su imágen y semejan- za , con las muestras mas distinguidas de su sabi- -duría y su poder: redimida con el infinito precio de la sangre de Jesucristo, y condecorada con la esperanza de una eternidad felíz, siempre que ella amente los A del Selina infinita sabidur eta nipara su Cuerpo, . Ssa 3 la presencia de Dios, para ser colocada en aquel destino á que la conduxo su vida : de eterna felici- dad si vivió bien , ó de interminable miseria si vivió «mal. Llámase por esto pésima-la: muerte de los pe- -«cadores, y dícese preciosa en los ojos de Dios la -muerte de los justos, porque su esperanza vive lle- na de inmortalidad, y su espíritu inexterminable por naturaleza, cobra nuevos alientos de poder, “amor y caridad para con nosotros desde el momen- to felíz en que empieza á gozar la vista de su Dios. Allí en la gloria ruegan por nosotros, interceden por nosotros, y alcanzan para nosotros mas favores del Altísimo que quando vivian en la tierra. Ellos, es verdad, que están seguros de su felicidad , pe- Jo viven solícitos de la nuestra , y es siempre una verdad induvitable que nos importa mas para nues-