BCCPAM000538-4-27000000000000

28. + SrrmoN 1. | bienaventurados :« sube , Señora , asciende , triunfa. Pero , ¡ay amados mios! La Vírgen se aparta de nosotros , se ausenta de nosotros, y no nos dice nada. ¿Cómo es esto? Dulcísima madre mia: yo convengo en que subais gloriosa por esos ayres entendiendo de paso las maravillas de la natura- _leza , cómo se forman las lluvias, cómo se con- densan las nieves, cómo se congelan las nubes , los granizos y las piedras: gozaos enhorabuena cono- ciendo el origen de los vientos, y el órden con que se suscitan y obran: comprehended la altura y grandeza de los cielos, su asombrosa velocidad y reglados movimientos, el número de las estre- llas, el aspectoé influencia de los planetas, la: hermosura, actividad y resplandor de esa sempli-: terna lumbre, que comunica benévola su luz so-. is todos los vivientes ; de ese sol que arde ince- principio : "e VUeStro; tribnfo estos inirávifidoos y agradables conocimientos ; pero antes que os ocul-, ten esos'cielos volved hácia nosotros vuestros ojos llenos de misericordia:,. y dignaos de comunicar- nos los sentimientos ¿de vuestra alma. ¿ Te acuer- das, Señora , de tus dolores, de tus angustias y pe- nalidades ? ¿ Te “acuerdas de aquella extrema po- breza con que pariste á tu hermoso niño en el por- - tal de Belén?.¿Te acuerdas del dolor con que le. viste circuncidar? ¿Tienes presente aquella acerva pena con que caminaste con tu niñoy amable es- poso José: por tantos arenales y desiertos huyendo del cruel Herodes hasta llegar 4 Egipto? ¿Te acuer- das, Señofa:, de aquel dolor inmenso con que le viste prender, azotar , coronar de espinas , cruci- ficar y morir €n.un- “madero como un ladron fa- cineroso? ¿Te acuerdas, Señora, de aquella cruel Y

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz