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Á LOS SFÑORES DEL AYUNTAMIENTO. 2311 sido una obligacion esencial de todos lós ciudada- nos la subordinacion á las leyes emanadás de la su-= - perioridad. Sin esta obediencia todo el órden social se trastornaría, todo seria una confusa Babilonia, nada podria mandar con seguridad , porque nada se obedeceria con fidelidad. Quando no atendiéra- mos mas que á la razon humana , ella nos diria que así como los superiores abusandó! de su poder atropellan y oprimen los derechos de los súbditos; dela misma Sri es desobedeciendo á los man= ñ s- superiores, faltan gravemente Y o una e! -d testad a en ellos. | | de los hijos para con sus padres, de los-: pa con sus amos, de los. mari: egos para con n los oid 7 sl Ei A > 4 Y P $ : udad a. 2cea ce A ÁRETOSS: dá : ra con 10S le Y "3 das Tas casas , en todas las SL en todos los pue=- " blos, en todás las provincias y reynos? el desór=> den , el horror, igE crueldades y el. desgraciado fin dee toda: la soc hur 1na. Tan- ta verdad es, que laa subordinacior -esabs 50 cal necesaria para la pública felicidad. PE Pero 'no'es sola la razon humana do: que nose n=: seña esta doctrina saludable, tambien da vemos dic=: tada por la ley divina. Lasretiglon'< | toda pura, toda santá, toda perfecta levAndo los preceptos «naturales á una clase superior con la diyi- na revelacion, nos los propone como m presos de la diviaiddad. á quien. debemos la. subordi-- nacion mas ilimitada. Ella-nos: habla , escuchémoslas “No hay potestad , dice, que no dimane de Dios: wtodo lo que pr ocede de dios viene bien ordena- »do;” y el que resiste , el que se opone, el que con=. tradice á esta divina ordenacion , ¿ncurre en la con=