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* Á LOS SEÑORES” DEL AYUNTAMIENTO. | la fe, la obediencia, el temor filial, y el amor puro que debemos :á Dios nuestro. Señor , cuya san- -tísima é inmaculada dey debemos observar , -cre- yendo sus verdades, observando sus preceptos, ve- _-nerando-sus misterios , recibiendo sus Sacramentos, esperando sus promesas, temiendo sus castigos, aman- do su bondad , y valiéndonos de la oracion y de los demas medios que la religion nos suministra pa- ra alcanzar la vida eterna, que es el dichoso fin «para que mos crió el mismo Dios. El exercicio de estas sántas virtudes nos haria humildes, veraces, laboriosos , dev to , justos , desinteresados y cari- tativos: seria nuestra vida un dechado de perfec- cion, y el temor santo del Sér eterno nos tansfor- maria. en unos hombres, de quienes no seria digno Quibus dignus non erat mundus (a). ene San Pable bus dion «Pero advertid cuidadosamente,' mis amados se- - Mores, que si-esta conducta haria irreprehensible á un ciudadano particular , no es bastante: para ha- cer perfecto á un Magistrado. Puede éste ser un hombre virtuoso considerado en su personal con- ducta ; pero como por razon de-su ministerio ha contraido grandes obligaciones con el público, si faltase á ellas como Magistrado , no podria: salvar 'se como simple ciudadano. No solo debe como per- sona privada guardar la santa ley de Dios, debe tambien: como persona pública procurar que la ob- serven los demas, removiendo con su autoridad los impedimentos que retardanó imposibilitan':su ob» servancia, y fomentando .los medios conducentes que la sostienen y aumentan. Noli querere fieri jus dex. nisi valeas virtute irrumpere iniquitates (b), «1% eS (2) Fpist. Paul.:ad Habr. ex d. 38.000 0000 Ti GA de =(b) Ecchi. Cc. “v n w.:6. de Lea Qg 2