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300 -— Sermon XVII. campos , perdídas ó inutilizadas nuestras fuerzas, que son las virtudes con que nos fortalecieron en* * el bautismo; y 4 punto de perecer temporal y eter- namente por nuestros pecados. No:nos queda: otro arbitrio que arrojarnos contritos y doloridos 4:log pies del Rey “inmortal de Jos-siglos.,. Ó ser hechos prisioneros de Satanás por siglos eternos, Sí, señores; ro hay medio ,-ó infierno: ó. penitencia. : Mas. yo tengo" una larga experiencia de la bondad, de la clemencia, de 1á' misericordia de muestro 'amantísi- mío Dios. : Si' penetrados de: dolor, cubiertos de con- fusior y de vergiienza , vamos. 6 postrarnos á sus pies, y le pedimos: perdon de todas: nuestras cul- pas, A o: hoy una vida ¡verdaderamente | a nos firmemente que no solo nos, per= donará nuestrós pecadess sino que tambiensregará nuestros campos con las abundantes ni e le | pedimos. HO Ló | e - No Os parezca que yo soy. jquien: lo asegura? es el mismo'Dios el que enlas palabras. de mi tema nos lo afirma. El Señor es quien, despues de enco- mendar la oracion, manda tambien la penitencia como remedio de nuestra calamidad. Si el pueblo, dice el Señor, me rogase (ved aquí la oracion), y si hiciese penitencia de sus. culpas , apartándose delos caminos pésimos de la maldad ved aquí el mandato de la penitencia), yo escucharé su oracion, perdo- naré:sus pecados , y concederé abundantes aguas que fertilicen sus campos (a). Estas son palabras de nues- tro Dios, no de algun hombre falible que pueda en- gañarse Sengañarnos: son palabras de unDios infini- Sent A o Os, ' a r PRA bl (9) hi aútem , populus mens: ; Ceprsimnes me pos et egerit punitentiam , er ego exaudiam de 2. ebEo: ero peccatis corum, el eri terra eorum.. -