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: DE ROGATIVAy: ÚC, 299 en un ángulo secreto de una sabe; y dando rienda "Á sus lágrimas, lloraba amargamente su desgracia. Al verle así uno de sus criados, le dixo por conso-, larle : Señor, vuestra Magestad se halla á punto de. morir de pena, Ó de perecer en manos de su des-, gracia; pero nosotros hemos oido que los Reyes de Israél tienen un corazon piadoso, y lleno de mise- ricordia : Si nos presentamos á Acab. cubiertos de silicio , tristes y angustiados, yo tengo una firme es- peranza de que nos perdonará la vida , y nos admi-, tirá á sucamistad (a). Aceptó Benadad el consejo, y sin detenerse un momento , ni reparar en los res- petos humanos, se desnuda de:sus reales vestiduras, _dexa el cetro y la corona , y en trage de penitente, con los pocos que le habian Pm de los suyos, se presenta al Re Acab; ést ste apenas leErie ps , les Hdvió Sus bidñes a zoocon ellos un sín- cero pacto de amistad (b). | Aquí teneis, amados mios, como dixe poco há, una idea bien- clara de la necesidad y eficácia de la penitencia para mover las piadosas entrañas de nues- _tro Dios á que nos saque de la presente calamidad. Vosotros y yo perdimos la primera batalla que dimos contra el infierno por el pecado original. Auxiliados con+nuevas armas que recibimos en el sagrado bau- tismo , volvimos segunda vez , como Benadad, á la pelea. El demonio, el mundo y. las pasiones nos der- rotaron repetidas veces por las muchas culpas per- sonales que hemos cometido. In este infelíz estado vemos contrarios los elementos, casi secos Ruestros (a) Ecce, aldivimus , quod Reges domus Israel eleméhtiés sint: ponamus itaque saccos in lumbis mostris , et fumiculos im capisibus nostris , et egrediamur ad Regem Israel : forsisan sal- wabit animas nostras. Lib. m1. Reg. C. XX. Y. 31. | (b) Pepigis ergo fadus , es dimisit cum. lbid. Y. 34. Pp 2