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6. Sermon TL. son unos testigos oculares é irrefragables de esta verdad. Murió, señores , María Santísima , por imi- tar á su hijo nuestro amable Redentor , que sin es- tár sujeto á las leyes del pecado quiso morir por dar | la vida á todo el linage humano ; pero apartad del | felicísimo tránsito de la Vírgen quanto pueda causar horror y susto. Dexad para los pecadores el estre- mecimiento , el .dolor , la tristeza y desconsuelo. Dexad para. ellos el espanto enla muerte, la he- diondez , la corrupcion y los:gusanos en el sepulcro. Murió María Santísima , pero en un éxtasis de | amor: fue su muerte, como dice San Agustin , no | | “solo. preciosa como la de los demas justos , sino pre- - ——ciosísima. Entregaron su cuerpo á la tierra; pero | pensar que aquel tálamo virginal del divino Verbo, | | aquel templo del Espíritu Santo , aquella carne ben- | dita de quien tomó la suya Jesucristo, fue pasto de los gusanos, y materia de la corrupcion , es un Agustin (a). Efectivamente, amados oyentes mios, e | tres dias estuvo reposando en el sepulcro el ben- Ñ ditísimo cuerpo de María Santísima , acompañán- mM: dole en todos ellos los Apóstoles y otros fieles con | himnos y cánticos, y los Angeles con músicas ce- | lestiales., como lo afirman San Juan Damasceno y San Atanasio. Al tercero dia volvió su alma pre- ciosísima á informar su cuerpo , y le sacó del se- pulcro con tanta gloria, magestad y hermosura que | obscurecia las mas brillantes luces. q iÑ _ Vestida del sol, calzada de la luna, y co- Ni ronada de estrellas, apareció como el mas agra- ¡Ñ dable espectáculo 4 Dios, 4 los Angeles y á4 los 'l bienaventurados. Aquella alma santísima , comuni- n (a) . Deipare Virginis corpus vermibus traditum- non solum mM eonsentire mollo , sed perborresco. Serm. 9. Assump:

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