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268 - +7 'SBermoN XV, llena de calamidades 4 “los reynos. Pero ciñamos todos nuestros pensamientós 4 manifestar en pocas palabras la utilidad espiritual que del trabajo resulta, Suponed por un momento que todas las congre- gaciones religiosas se resuelven á llevar con exác= titud sus obligaciones monásticas , trabajando cada indivíduo en aquella ocupacion á que le destinó sy superior. ¿Qué veriamos en la Iglesia de Dios?¡ que ice tan admirable para los Angeles y los hombres! Veriamos renovarse los dias felices de los Basilios, los Benitos, los Brunos , los Domin- gos, Franciscos, Nolascos, y todos los demas San- tos fundadores: veriamos volar por el mundo mi- llares de hombres irreprehensibles sacrificando sus propias conveniencias , su quietud y su misma vida, por llevar la luz del Evangelio 4 las mas remo- tas naciones: confundir otros con su sabiduría la heregía, el cisma , el mahometismo y los demas er- rores contrarios $ la fe. Predicar estos, y confe- sar los otros: unos escribiendo: Citi -otros ense- ñando las ciencias er las Universidades: 6 lo pri- meros rudimentos de la religion en taYicalles, en las plazas y en los campos: estos redimiendo cautivos, aquellos asistiendo enfermos, y auxiliando mori- bundos en las casas y hospitales : los otros cantando en el coro día y noche las divinas alabanzas ; y to= dos dando al mundo los exemplos mas heróicos de. la pobreza Evangélica, de la castidad mas pura, de la obediencia mas exácta, de la humildad mas profunda, del celo mas ardiente, -de la caridad mas apostólica. s por sentado que el venerable es- tado SarsidadÍ y todos los Prelados eclesiásticos del primero y segundo órden, se determinasen á sa- crificar su vida por el bien de las almas que les en- comendó el Señor ; ¿qué utilidad , pregunto yo , no resultaría? ¿Qué Jengua, aunque fuera tan elocuente A se y