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SOBRE LA OCIOSIDAD Y EL TRABAJO. 259 muchas almas han establecido, la frecuencia fruc- tuosa de los Santos Sacramentos á que se han dedi- cado muchas personas, y el extraordinario adelan- tamiento espiritual á que no pocas por medio de la oracion y mortificacion han llegado; todo me ha hecho ver quán bueno, quán glorioso es el fruto de los buenos trabajos, como dice el Espíritu San- to (a). Hasta la misma colocacion de los dos pri- meros venerables Sacerdotes que han estado al ti- mon de estos santos Exercicios, parece que confir- ma esta verdad. Al uno le vemos sobre la silla Epis- copal de Mérida de Yucatan, en América: al otro ps con la Mitra de Tricomi, siendo Auxiliar del Emi- nentísimo Señor Cardenal de nzana, Arzobispo de Toledo; y el tercero que en el día sostiene los - exercicios con no meno peca É pruder ncia y santi- AS ra $ RS 4 ad -qaue los da sa :edent 199 SIdO ' a pro p esto 20 Ad ADD AA qn O a 53% e y E A 10) term á E HE .. qe 0 TY i 7 = eS 43 14C de 5 ul e y € “Y ea .. EOS S a >. E E e as mirem: mos en breve. como una luz eiii colocada id bresa Mandelero de alguna de las mas principa- S Ar: Iglesias de nuestra España, á que ciertamente le hacen Pi E alene y sud sd es Lodo, Évuelvo á co e - ridad que ha sido del as ado “Dios €pe úéliblimo idalisaaiaino del rado dé Dios su permanen- PA z e Frac sl es A V. 13o yes -dibir,, et vides bo- (c) 3h he pe non cas soli HR sed a ulrinridt veritarem? Eecli. C. xxIv. v. 47. 0 Kk 2 5 deles de Dios nuestro ap y que sus e o A A