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DEL BEATO BERNARDO DE OrrDA. 229 »suave;ó por las victorias que ganaron contra los ene- »migos del Estado, Ó porque supieron prevenir ó aho- »gar los alborotos intestinos. Estos y otros favores Ó »consuelos de esta vida miserable, lográron tambien »algunos Príncipes que adoraban á los demonios , y »no eran del reyno de Dios; para que los que habian » de creer en él no le pidiesen estas cosas como verda- »deros y supremos bienes: sino que los llamamos fe- wlices si gobiernan: con justicia : si enmedio de los ex- »cesivos elógios que les hacen, y de la demasiada su- » mision: con que los saludan,:no se engrien , ni se ol- »vidan de que son hombres: si para dilatar el reyno »de Dios se sirven de su poder, como de' una criada »de la Magestad soberona : si temen, si aman, si sir- »ven á Dios : si el reyno de la tierra, donde todos le »son inferiores, prefieren.el d l ci lo, en donde no te- » men tenerlos : dia iguale y compañeros: si son >» lentos en castigar, y fáciles en perdonar: si éste cas- »tigo le exercen por la necesidad de gobernar y de- »fender la república, y no por ódios personales: si »»conceden el perdon con la esperanza de una enmien- »da saludable, y no por dexar impunes los pecados: »si compensan el rigor, con que se ven precisados á » mandar muchas veces, con la suavidad de la clemen- »cia , y la copia de los beneficios : si reprimen la in- »clinacion de los deleytes sensualescon tanto mas cui- .»dado quanto es mayor la libertad con que pueden se- »guirla : si desean sujetar sus pasiones desordenadas, »mas que las naciones; y si hacen todo esto no por el apetito de una vana gloria, sino por el de una felici- dad eterna ; sino se descuidan en ofrecer 4 Dios » por sus pecados el sacrificio de la humildad, de las »obras de misericordia y de. la oracion. Estos son -»los Emperadores cristianos que llamamos fi »ahora en la esperanza, y despues -en la. rez pe.