BCCPAM000538-4-27000000000000

per Braro BerNarDO DE Orrma. 212? escuchaba lo que el Señor hablaba á su corazon , y obedecia pronta y generosamente á las divinas ins- piraciones. ¡ Alma felíz , alma verdaderamente di- chosa, que tan exáctamente supiste cumplir las obli- gaciones de un verdadero obediente para con su Dios, su Redentor, su Legislador, su Maestro'"y sumo bien! Alma bienaventurada , que á imitacion de Je- sucristo podias decir: Sicut mandatum dedit mibi Pater, sic facio: Yo cumplo, yo obedezco lo que me manda mi Padre por sus preceptos , por sus consejos denes, para que conozcamos lo poco que hay que fiar de las criaturas, y no coloquemos nuestras esperan= zas sino en solo Dios! ¡Quántas veces nos ha llamado por la enfermedad , por los dolores, por la pobreza y las persecuciones! ¡Quántas por libros, los sermones, los sacramentos, y los ilustres exemplos de aquel y aquella que poco hace eran los primerosen lasconcur- rencias públicas, en las diversiones profanas, y en las pompas y vanidades del mundo; y ya retirados e to- do lo terreno, muertos á todo lo visible, y envueltos en una pobre mortaja, son en el dia la edificacion de aque- llos mismos para quienes en algun tiempo fueron escán- dalo! ¡Qué dolor! Nos llama Dios de estas y de otrasin- numerables maneras, y nosotros nos hacemos sordos á.. sus divinos llamamientos. ¡Qué débiles somos! ¡Qué grande esel desórden de nuestro corazorf Nosotros oi- * TOMO 11. Ee ls

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz