BCCPAM000538-4-27000000000000

les, y de tanta RATE 18 | Sermon: Í. josos, y que al Santo como á superior le preguntan por los caudales de su casa. Respóndeles el Santo, que nada tiene : que vive de la divina Providencia; y que no creyéndole los soldados le meten entre dos tablones, y le: dan un cruel tormento desco- yuntándole los huesos. ¿No veis? ¿Acaso el Santo se irritaría contra sus crueles agresores? ¿ Malde- ciría 4 los que tam injustamente le atormentaban? ¿Pretendería 4 lo menos con los xefes que se le diese la debida satisfaccion? Nada menos. El Santo inal- - terable padece aquel tormento : pide 4 Dios por sus mismos atormentadores , y luego que ellos le dexa- ron de mortificar , junta sus religiosos , y sin mas ajuares que el breviario debaxo:del brazo, salen de Roma, se embarcan en el Tiber , abandonándolo to- do á la avaricia de la:tropa, y entregándose ellos en los. brazos de la Providencia de Dios. ¡Qué espec- táculo éste tan:digno de la admiracion de los Ánge- tás veces por injurias infinitamente men mos de clamores nuestras casas, de imprecaciones 4 nuestros próximos , de disturbios , enemistades y cismas los pueblos; y de litigios los tribunales! No, no fue ésta la conducta de los Santos. No se portó así nuestro hombre felíz. Cayetano fue humilde y benéfico en las prosperidades de la vida : ya lo vi- mos en el primer punto. Cayetano fue pacífico , su- frido y constante en los trabajos y penalidades de la vida: ya lo acabamos de oir en este punto se- gundo. Cayetano siempre grande , siempre confor- me con las disposiciones de Dios, siempre entrega- do. 4 los brazos de la divina Providencia , fue el ver- dadero hombre: felíz en la tierra, y logra ahora un premio inmenso en el cielo. | 20 ¿Qué resta, pues, amados mios, sino 4 ¡imita- cion de este grande Santo inspice , et fac secundum

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz