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206 0. “Smamon XT, > mundo, só setPro 4 dónde me lleva la «verdad de unos heebios tan contamos? ¿Pretendo yo. acaso contar las estrellas del: elas; las areñas del mar, las hojas de los 4rboles? Tan imposible como esto ses ria sia duda referir los frutos que esta religion ha pro? ducido en la Iglesia; y es tan evidente lo que acabo de deciros, como que mi Seráfico Padre San Frañ- cisco llenó exáctamente su ministerio de reparar la. Iglesia: con su vida, susexemplos, sus virtudes, su su regla y sus hijos: Made, dins. repara peta? meam que ibi 2D GAGO A Y bien, amados mios, ¿qué nos manda' Dios, y! qué hacemos nosotros para obedecer al mandamiento: de: Dios? Dios 'nos.manda renunciar conel afecto” todas'las €osás que poseemospara ser discípulos su= yos; y et lugar de desprendernos de ellas como San' Francisco , buscamos otras de nuevo, sin satisfacerse' jamas la avaricia de nuestro pobre corazon; Dios nos manda huír de la deshonestidad y y nosotros en vez. de hmír.de “los” | jentos como San Fran= 307 abrazándonos con la nieve, arrojándonos en: el fuego, 6 revolviéndonos en las zarzas, buscamos. las ocasiones de perder la castidad, damos libertad: á los:sentidos, y vivimoscon frescura enmedio de los peligros; Dios nos manda dar buen exemplo al pró- ximo'en todas las cosas, y 'nosotros en vez de ma- nifestarnos como San Francisco , humildes, mansos,' modestos , laboriosos, aplicados, “escandalizamos al próximo con nuestra: fra, nuestra soberbia, nues= tra ociosidad y nuestra disolucion,'3 Ay, amados de- mi alma! Mirad lo que haceis, mirad como vivís, Fened siempre en vuestro espíritu estas admirables palabras que nuestro Seráfico Padre San Francisco tenia frecuentemente en su boca: “El deleyte es »breve, la pena perpétua,-el trabajo poco, la glo- »ria infinita: muchos son'los llamados, y:pocos los-

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