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a A WE 4 GA MD A A cata AE 184 Sermon XL prendas rodeada de mendígos y necesitados? Oid su respuesta , y confundios: el que se avergonzáre de practicar a doctrina del Evangelio, y de exercitarse en obras de misericordia , no será á propósito para poseer el reyno de Dios. ¿ Pero no conoces, vírgen pu- ra, que puede peligrar tu vida tratando tan de cerca 4 los enfermos? ¡Ah! responde nuestra Santa: el que perdiere la vida por la caridad de Jesucristo, esté se- guro de que la encontrará en la eterna felicidad. ¿No consideras que con esa prodigalidad malgastas tu pa= trimonio, y te haces poco á propósito para las gran- dezas del siglo? Todo el mundo le reputo como est:er- col por ganar á mi esposo Jesucristo. ¿ No veis, cató- licos, como Lucía con estos oráculos evangélicos aco- mete, destruye y aniquila todas las fuerzas del mun- do? El mundo y sus riquezas es vencido con su volun- taria pobreza : el muado y sus diversiones, consu vi- da austéra y penitente; y el mundo y sus máximas, ¡Válgame Dios, cristianos mios , qué confusion para nosotros, que tenemos el mismo enemigo á quien vencer, el mismo Dios á quien servir, y la misma co- rona que alcanzar! y sin embargo observamos una conducta casi enteramente opuesta á la de nuestra Santa Lucía, quese desprende voluntariamente de sus mismos bienes; y nosotros pretendiendo con ansia los agenos , y no para emplearlos en la colocacion de la familia y en el moderado aumento de la hacienda, sino aumentando el daño de la pésima distribucion al mal de la inicua pm e y para arruinarnos y arruinar á nuestros próximos con ódios, pendencias, pleytos y estados Lucía atropellando por el qué dirá el mundo, y nosotros lastimosamente sujetos 4 los respetos humanos: Lucía rebatiendo las máximas del mundo con las verdades del Evangelio, y n03-

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