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De Santa Lucia Vircen Y Mártir. 183 tregues', respondió la Santa, la grande dote que me d pertenece; porque toda quiero cederla 4 mi esposo A Jesucristo , repartiéndola entre los pobres. Asombra- | da quedó-la madre aloir la fervorosa resolucion de A su buena hija 3 pero pareciéndola exceso repartir á | | los pobres quanto tenia en el mundo, la replicó: hija mia, grande es tu patrimonio : convengo.en que dés E 4.10s pobres una parte; pero reserva la otra para no á exponernos á pedir una limosna. Nada menos, repli- le có Eucía.con un valor heróico: desprendámonos pe bl un golpe detodos los bienes de la tierra , y dest | tas riquezas y gustos nos presenta el mundo; , Vi- viendo erucificadas al mundo, y €l á nosotras ,-nos yl DR: dignas de la herencia de loscielos.;- --, ll fan ena dixc la.madre; y empeza- | Ñ $1 — A 2 es de E asa: se dés ¡ | as, reducian 4 din ro la: ba e exquisitas galas y. preciosos muebles, y. . 2penas entraba en sus manos el dinero quando luegolo - depositaban en las manos de los pobres, ¡Queno pueda “yo, señores, manifestaros con. toda viveza á nuestra - 1nCOM parable Lucía entrando en las casas de los en- -fermos , consolándolos ensus dolores , y socorrién- -dolos en sus.necesidades! ¡Quién pudiera haceros ver «á una doncella tan noble y tan hermosa, visitando ¿las casas de los pobrecillos: animándolos en sus mi- serias, y asistiéndolos largamente con sus limosnas! ¡Qué expectáculo tan. agradable á Dios, á los Ange- les y 4 los hombres verla ocupada incesante mente en “obras de piedad y misericerdia, atendiendo c n una incansable caridad á la salud del enfermo, al socorro «del pobre, y 4 la redencion del cautivo! Pero ya que nuestra insuficiencia nos obligue á pasar en silencio tan heróicas obras en que se ocupó tres años, pre- -«guntémosla á lo menos: ¿cómo no repara en qué dirá el mundo, al ver 'una señora de tan sobresalientes me

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