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zon y la ley. JAP ect .! “Servon XI ca voluntad sieida de malas dnitináciones y su co- razon rodeado de viciosos apetitos: quedó en fin, el hombre como atado para el bien, y horriblemente propenso 4 todo mal. De este. universal trastorno proviene el' abuso de e hacemos de todas las cosas, sin embargo de habéruoslas Dios concedido para nuestro bien, y para conseguir con ellas nuestra eter- .. felicidad. Abusamos de las riquezas para ensober- nos, de la ciencia para engreirnos, de la pobre- EN e la aflicción y del dolor para desalentarnos, Velando ó durmiendo, comiendo ó bebiendo , traba- Jando Ó6 descansando, siempre tenemos asechanzas que evitar y tentaciones que vencer. En las visitas que hacemos, en los divertimientos que tomamos, en Tas personas con quienes tratamos-, en las obras que "trabajamos , y aun en las ocupaciones que tenemos, “aunque sean las mas santas, sentimos lastimosamente la interminable guerra de las ma contra la ra- - po de esta muerté? Yo no hago el bien pesms | y executo aquel mismo mal que aborrezo: * +“: - Este es, señores, el primer enemigo que se le presenta 4 Lucía , y aun parece que le daba nuevas fuerzas el verla: criada con caricias y regalos en casa de sus padres, el verla rica, noble y hermasísi- ma ,“apetecida de muchos , pretendida de no pocos, - y en una edad en que la falta. de experiencias, la -adulacion contínua de los que la rodeaban, los po- - cos años y la fogosidad de |la. carne y sangre cons- Morir á :su ruina. Apenas llega... pero atended pri- y y vereis So con que le vence Tomo: digo, llega al uso de la razon, quando dando de mano á todas las puerilidades de la niñez, en que tantas almas se pierden cada dia, se «dedica con el mas constante estudio al EXEICIcIO san-

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