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07 SermoN 4 E tensiones. Es: cierto que el Santo 'se- vió rodeado - de. una estimacion indecible en, la. Corte de. Ro- ma. Los Prelados,: los Obispos ,;los: Cardenales. y el Papa mismo le profesaban.una veheracion muy singular. Juan. Pedro Carrafa , Obispo de Theati, que llegó á ser Pontífice con el nombre de Paulo 1V., era uno de sus discípulos, 4 la, manera que Eu- genio IV. lo fue del-gran Padre San'Bernárdo. Entre lós muchos «que-le reconocian pór maestro, funda- dor. y cabeza de su órden, habia' hombres de un mérito.extraordinario y de un talento superior. Ve- necia , Nápoles, Vincencia , Verona y otras ciu- dades dé Italia , le escuchaban como á un oráculo, le recibian como á un Apóstol, y le veneraban como á un Santo. Pero Cayetano nunca alteró su recogimiento interior enmedio de tantas ocasiones de distracción : : su1 devocion pisertieular á la Virgen, loque hniéamente le ceopaba el corazon. Todos los otros empleos los miraba como unas cargas pe- sadísimas que abruman el espíritu. y el cuerpo de quantos los-obtienen. Se pretenden los cargos por- que no se:conocen quando no se poseen ; pero apenas se expérimentan, luego se..«desea arrojarlos de' sí eomo una carga insufrible. Felíz mil veces nuestro Cayetano; á quien la nobleza de su: casa no llena de orgullo, ni las riquezas le-ensóberbecen, ni le eñvanecen las ciencias ni los empleos le hacen* per- der de. vista á su Dios:: Siempre conforme: con la divina: Providencia , siempre obediente á sus ado- rablesdisposiciones , pasa sosegadamente la vida , y espera con tranquilidad la muerte. ¡O si pozos imitáramos esté peer, exemplar ! Pero ¡ay! «¡Quántas veces nos llena de una altanería ,¿insufri- ble la nobleza de nuestro linage! ¡Quántas veces