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0 DIAM RA e dE AGAR PTA RARA A S IV 8 E AIRIS 0 AGUILAR jul AMA DAR RA EA A e y E 174 SerMON XI, he dicho: esta invencible mártir de Jesucristo, ex- plendor de Siracusa , su patria, exemplar de todas las virtudes , y gloria del género humano; es la muger fuerte que tanto dificultaba hallar el sábio Rey Salo- món , quando decia ¿ Mulierem fortem quis inveniet? Yo me propongo, pues, formar su elógio baxo es- te hermoso dictado de la muger fuerte. La vereis aco- metiendo y venciendo los enemigos de nuestras al- mas , mundo , demonio y carne, y consiguiendo las mas ilustres coronas. En tres palabras teneis aquí todo el fondo, division y série del panegírico de San. ta Lucía. Escuchadlas bien, y no las olvideis jamás: tres enemigos que acomete , tres victorias que con- sigue, y tres coronas que alcanza, son el asunto. Mas no penseis, cristianos mios, que Dios nos ha traido á este santo templo para solo admirad los prodigios de valor de esta muger fuerte : no, señores. Los mismos enemigos que ella venció tenemos nosotros forzosa- mente que vencer, sopena de eterna condenacion. Así que, siguiendo el espíritu de nuestra madre la santa Poo ar Iglesia en las celeb; idades y fiestas de sus Santos, yo os la propongo como modelo y exemplar, á quien pó- deis seguir, y á quien debeis imitar. En esta inteli- gencia, espero formar un elógio no menos agradable y glorioso á la Santa, que útil y provechoso á nos- otros. Pero ya es tiempo de cumplir lo que tan repe- tidas veces tienen mandado los Prelados de la Iglesia, - de que expliquen los predicadores un punto de doc- trina cristiana en todos los sermones : expliquémosle, y sea sobre la invocación de los Santos. Si yo, señores, predicára 4 los hereges Calvinis- tas, Luteranos, Wiclefistas, to que se debe dar á sus imágenes, formaria una es- pecial controversia dogmática , en que con las armas de la Escritura divina, de la tradicion a postólica, y y Iconóclastas y Albigen- ses, que niegan la invocacion de los Santos, y el cul- e he