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DE La PURÍSIMA CONCEPCION Sc. 169 - Pero cristianos, ¿cómo vamos tan poco consi- guientes en nuestro modo de pensar? ¿ Tanto horror como nos causa el conceder un solo instante de pe- cado en María, y tan poco como nos mueve el per- severar nosotros por años'enteros enel pecado? No es justo, decís, que María habiendo sido criada pa- ra madre del Altísimo, se hallase ni aun por un ins- tante esclava de satanás. Convengo en ello, y decís bien : justo es que os esforceis á mantener y confesar esta verdad «con todo el aliento de vuestro. espíritu. ¿Pero será acaso justo que vosotros, criados á imá- gen y semejanza de Dios, vosotros que sois templo del Espíritu Santo, *y miembros de una cabeza tan santa como Jesucristo : será justo, vuelvo á decir, e AD:detal oae da un. pm. pu bois 6 un | cr seta ree es bot "María ha de ser inmaculada, y no importa que nos- otros seamos pecadores? ; María persevera en ser inmaculada, buyendo del mal ,obrando el bien, no descansando ni-por un momento en el. camino. de la virtud, adelantándose cada dia en la execucion de las: obras. mas heróicas, y. OSOLFOS buscando los pe- ligros ,ralexándonos del bien, y sumidos: y abisma- _dosen el mal? ¿Qué trastorno, repito, es éste de nuestro juicio? Todo el mundo s > mira en un espan- toso. caos de perdicion, dóminado. de la. concupis- cencia de los rojos y de la soberbia de la vida;y desarreglos de la:carne; y-sin embargo, nadie se Pe it nadie trabaja, nadie suspira por; Jigtacon e la perdicion? Arden las enemistades en las fami- ra las torpezas en las comunicaciones, los escán- dalos en las plazas, los engaños en los tratos, los de: sacatos en lós hijos, “los malos exemplos en los pa- dres, las irreverencias y atrevimientos en los tem- TOMO II, Y datos