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166 SermoN X. sus victorias, del mismo modo, vuelvo á decir, de- beis permitirme que os presente una ú otra ho- ticia sobre el asunto, pues” yo espero que no os será desagradable. Dixe ,' y lo repito ahora , que el celo de edo los Santos Padres que en la série y sucesion de los siglos os he mostrado, era uno mismo con el que animaba el espíritu de los mas antiguos y modernos Concilios. Celebróse en el año 431 el Concilio ge- neral Efesino, y en él es llamada inmaculada María Señora nuestra; esto es, como interpreta Sofronio ci- tando á San Gerónimo: Ideo inmaculata quía in nullo corrupta. El TV. Concilio Toledano, año 634, aprue- ba con elógio el Breviario reformado por San Isidro, Arzobispo de Sevilla, en el que hay oficio de la in- maculada Concepcion. Lo mismo hizo el Conci- lio XI. alabando la doctrina de San Ildefonso, No de otra suerte habla el Tridentino, llamando á Ma- ría inmaculada. Lo mismo... pero sin duda me olvi- do de la brevedad que prometí al principio. ¿Ig- noro acaso que concordes lós Pontífices, con los Con- cilios y Santos, no ha habido uno solo desde Sixto 1V.: hasta nuestro Santísimo Padre Pio VI., que al presente felizmente gobierna la Nave d: San Pedro (exceptuando tres que muriéron apenas se coroná- ron), no ha habido, digo, quien no procurasé mos- re su devocion á la Concepcion inmaculada de aría, excitando el fervor de los fieles, franquando los tesoros de la > PE Y honrafido con religioso culto esta solemni | - San Pio V. permite sú aa 4 nuestra Seráfica ór- den: Clemente XIII, le extiende á todo el cléro re= , gular y secular de España : Paulo V. prohibe baxo graves penas que se predique, se enseñe ó se escriba que la Santísima Vírgen pecó en Adán : Alexandro Vil. hace que se celebre su fiesta con magnificencia: