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rl DE LA PURÍSIMA ConCErciON Éic. 1683 gos , donde. aparece bien señalada la devocion á la Concepcion inmaculada con estas palabras: * Por »singular providengia hizo Dios que la sagrada Vír- »gen desde el mismo principio de su vida fuese »tan pura como convenia á la que habia de ser. »digna de tanto bien; esto es, de Cristo.” En el siglo décimo, hallariamos 4 San Gilberto y San Anselmo , cuyós piadosos y santos pensamientos sabe todo el mundo. En el undécimo, Alexandro de. Alés, Alberto Magno, San Buenaventura , San Pedro Pascual y Escoto, y desde estos á nuestros dias mas de quatrocientos. autores célebres en pie- dad y ciencia, los quales han escrito, han habla- do, han predicado en favor de la inmaculada Con- cepcion dela madre de Dios: de suerte, que pue- de decirse que exceptuando las verdades definidas ¿por de fe, no hay una en la cristiandad mas se- gura ni mas sólidamente establecida, que la de la inmaculada Concepcion de la Santísima Vírgen. Creo: no ignorais que convienen en esta verdad los Santos Concilios antiguos y modernos que ha. habido en la Iglesia: ya os he insinuado algunos, y aunque no sea necesario exponer otros, 0s acor- dareis de que os dixe,en el principio que queria fuese razonable el obsequio que prestais á esta. ver- dad, y esto no puede ser sin que veais sólidamente establecido. este punto que todos ya suponen sin probarle;. pero yo quiero probarle invenciblemen- te, para que sepais dar. razon de vuestra fe en to- do acontecimiento, pues así lo quiere San Pablo, y es muy justo. Ademas de que debeis permitir á mi piedad y devocion algun desahogo, y que á la ma- nera de los soldados que han quedado vencedores en una batalla, se regocijan y alegran, ya mi- _ Tando las armas con que triunfaron del enemigo, y ya recorriendo los puestos que, fueron teatro de

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