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pr Rosarto DE Mariá Sanfísima. 153 lo que importa es que volvais á renovar vuestra an- tigua devocion de salir los Domingos cantando el Santo Rosario por las calles. ¡O Dios mio! ¡qué ex- pectáculo tan edificante , ver los venerables Sacer- dotes , los principales del. pueblo ¿las devotas mu= geres , los ancianos , los jóvenes, y aún los niños dar gloria á Dios, cantar las alabanzas de María San- tísima , su madre y edificar al pueblo con este exem- plo de piedad, y hacer temblar al infierno con tan laudable exercicio de nuestra católica religion! Volved , pues, amados mios, volved á vuestra. antigua piedad, y Dios será con vosotros. Dios os favorecerá por los ruegos de su madre, os librará de vuestras enfermedades , y os llenará de sus sobe- ranas bendiciones.A lo menos no dexeis jamas de rezarle á coros con toda vuestra familia. Sea ésta una ocupacion indispensable para cada dia , como la de confesar y comulgar cada mes, poniendo en arreglo no solo las cosas de vuestra concien- cia, sino las de vuestra casa, las de vuestros asun=- tos y hacienda. La claridad en las cuentas evita muchos sinsabores en la vida, muchas congojas en la muerte, y muchos pleytos despues de vuestros dias. ¡Oxalá que por reverencia de la Vírgen no daxaseis finalizar el año sin hacer vuestro testa- mento! ¡Qué alegría tan pura experimentaría vues- tra alma! ¡Qué consuelo vuestro corazon! ¡Qué tranquilidad vuestro espíritu! Creedme , amados mios : dexarle para la última enfermedad , es expo- neros á no hacerle,ó hacerle mal, y tener des- pues unos sentimientos eternos sin provecho, Poned, vuelvo á'decir , en claro los asuntos de vuestra con- ciencia , los de vuestro oficio, y los de vuestra casa, y contad con la proteccion de la sacratísima Vírgen. - Ella será vuestra madre en la vida, ella lo será en la hora de vuestra muerte, y ella finalmente, TOMO 1. * V