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130 —Srrmon IX. - por las tentaciones del demonio vivia estragado por los desarreglos de sus malas costumbres, y lleve una vida poco conforme á la santidad del Bautismo, no debe entregarse á la desesperacion : siempre des be confiar en los ruegos de María Santísima del Rosario. Pero entended , pecadores, que esto no es deciros que podeis seguramente continuar en vues= tra mala vida, fiados.en que la Vírgen os agencia- rá la salvacion.en -la hora de vuestra muerte, No, señores, ésta sería una vana confianza, una teme- ridad muy injuriosa á Jesucristo y su Madre: Lo que quiero deciros es, que si como frágiles caisteis, si como pecadores faltásteis á la observaneia de los divinos mandamientos, acudais 4. la proteccion de María , clameis á las puertas, dela misericordia de María , y esta señora os alcanzará de su hijo que se prolongue vuestra vida para que podais hacer frutos dignos de penitencia ; ó conseguirá del Señor, que, perdonada Ja pena. Si8E09 que corresponde á Purgatorio ,- lona: tambien os será sumamente útil la proteccion de María Santísima del Rosario, Esta es, ya lo sabeis, la materia de mitercera y última reflexion, Ma MI... Es. necesario + amados mios, sepasaria es- coria. de-la: plata sobre este particular ; Quiero de= cir, que quando se habla del Purgatoriose debe creer lo cierto, desechar lo incierto, y suspender el asen- so sobre lo dudoso ú opinable. Este es el dogma de nuestra fe: hay Purgatorio, y las almas que en él están padeciendo son aliviadas por las oracio- nes de los fieles: Purgatorium esse, et animas ¿bi detentas sur ragiis fidelium juvari. Estas son las dos: verdades que difinió el sacrosanto Concilio de Trento fundado en la sagrada Escritura, y en la perpétua tradicion de los Santos Padres de la Iglesia, Quie-

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