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146 SermoN IX. lo, enemigo de Dios, y esclavo del demonio, ¿có- mo podrá resucitar á la vida de la gracia , y recu- perar todas sus perdidas ventajas ? ¿Cómo , señores? ¿Quereis saberlo? Con la devocion bien practicada del Santísimo Rosario. No lo dudeis, amados mios, La consideración de aquel inefable misterio de la En- carnacion del Hijo de Dios, ¡qué ideas no infunde en el: alma de un justo para adelantarse en la per- feccion cristiana! ¡Que tesoro de consuelos para un pecador cuya alma viene á redimir un Dios , que se hace hombre para morir por el hombre! ¡Qué con- suelo para un justo ver que aún antes de nacer ya ca- mina aprefurado en el vientre purísimo de su ma- dre para santificar al Bautista, para sanará su padre Zacarías, y. llenar del Espíritu Santo á su madre Santa Isabél! ¡Qué mayor motivo de esperanza para un pecador que el ver nacido en Belén, y reclina- doen un pesebre al Criador de los cielos y la tierra, á quien reconocen las bestias, y de -y persi- guen los racionales! ¡Qué alegría para un justo ver pre: sentado en el templo, y despues hallado en él dispu- tando con los Doctores á este precioso Niño lleno de sabiduría , lleno de graciay de verdad! En una pa- labra ,.en los misterios gozosos del Rosario hallarán los justos-y los pecadores un remedio universal para todos los trabajos de la vida, Sí , amados mios, en ellos hallaremus socorro en las tribulaciones, -protec- cion en los peligros, resolucion en las dudas, salud ea las enfermedades , y gracia contra las tentacio- nes. Conociendo esta importante verdad los Monar- cas han puesto sus: reynos- baxo. la proteccion de esta Señora , los Generales la han invocado en el tremendo apuro de sus batallas ,-los pilotos en las borrascas de los mares , los labradores en el cultivo de sus campos, y .los artesanos en las fatigas de sus- talleres. Todos hallan en el Santísimo Rosario de Ma-

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