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A a A A | / ! 3 | ! | 128 Seemon VHL... de evidenciar su solidez y verdad el arismético mas cortoó el calenlista m s rudo. Añadid ahora no solo la gracia de San Pablo , sino la de todos los Apóstoles, Patriarcas, Profetas, Mártires Con- _ fesores , Vírgenes y demas justos de la ley natural, escrita y evangélica, y vereis qué asombro, qué pasmo y admiracion de santidad es María nuestra madre en su nacimiento. Reflexionad tambien , que quando una alma obra con la divina gracia, ésta se alimenta y multiplica á proporcion que se obra con ella : de modo que si la gracia; por exemplo, es como dos al primer acto de virtud , al segundo ya es como quatro, al tercero como ocho, al quarto como diez y seis, al quinto como treinta> dos, y así progresiva y proporcionalmente en los emas; y siendo esta una verdad indispensable, ¡Dios-in- mortal! ¿qué lengua de hombres ni de Angeles po- drá. explicar. la ¿EmRiDeDts, sipridad de. .. eL en tinuados y tan heróicos ac e de su inmaculada Concepcion, con una gracia tan sublime en su principio? ¡Ah! tal convenia que fuese la que nacia predes- tinada para ser una Madre sobre manera admirable de los hombres, porque habia de ser madre de Dios: Supra modum.... "Tal convenia que fuese la hija del eterno Padre, la Madre del eterno Hijo, y la es- posa del eterno Espíritu Santo, de quien se dixese en los Cantares: ¡Qué hermosos son tus primeros pasos, ó hija. del Príncipe! ¡Qué hermosa eres, y quán llena de decoro ó sumamente 'amable, en las castas delicias de su esposo (a)! Si vosotros extra- ñais estas asombrosas verdades, será por estár poco | e its de meditar los misterios de vuestra > (a) Cap. 1. v. 7. E A ES

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