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- 118 -—DERMON VIL gando la intercesion de los Santos. Quisiera teneros á mi vista, para suplicaros con un espíritu de.sua= vidad (como lo manda el 'Apóstol, y no con un celo amargo y desabrido, ageno de la caridad de. Jesucristo) que abrieseis los ojos, para ver que nos- otros no acudimos á los Santos, “ni aun á la Reyna de todos los Angeles y Santos, para que ellos por sí mismos, y con independencia del Sér supremo, nos. concedan lo que les pedimos, sino para que in- tercedan por nosotros, para que rueguen por nos-. otros.como nuestros medianeros. Pero ya que su er- ror los tiene separados de nuestra fe y compañía, vosotros , amadós oyentes mios, que la confesais y creeis, no dudeis aCercaros al tro de María, y pedirla confiadamente que os alcance de su Hijo Jesucristo y Dios verdadero quanto necesiteis. ¿Qué podrá negar un Hijo.4 tal Madre? ¿Y qué no podrá cocle una Madre de tal Hijo? Ved aquí el prin- cipio sólido de nue: SLOnOSS esperanza y, MA el e | den “incomparable é a Santísima. Si. el p de intercesion en losSN Le mayor. óm ic $+8 será el poder de la Vírgen para re ninio ¿al do vi a mismo dia de su nacimiento; excede a | peto e site dem justos de sig a será su de para el remedi oo de a rd cambien á rte AS 4 María con los een y pda are 5 dos de ma- dre de la gracia, madre de la misericordia : María Y 1