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DE SAN CAYETANO. mos la felicidad en lo que nos enseña el Evange- lio. Serémos felices si obedecemos á:.Dios:é imita- mos á los Santos. Serémos felices siguiendo las hue- llas del gran Cayetano, hombre verdaderamente felíz, El Santo buscó y halló la felicidad , porque la buscó donde Dios la habia colocado. Buscó pri- mero el reyno de Dios y su justicia, y todas las demas cosas se le dieron como por añadidura : Que- rite primúuns regnum Dei... et hec omnia adjicientur vobis. | El Santo miraba que las aves del cielo ni siem- bran, ni siegan, ni conservan en troxes las cose- chas, y el Padre celestial las alimenta: miraba que los lirios del campo crecen adornados de aquel hermoso vestido que les cortó la adorable Provi- dencia, y que ni-Salomon en toda la. grandeza de su gloria le tuyo semejante: miraba que el Se- An ener mas cuidado con el alma que ñor nos manda t con el cuerpo, y no ser demasiado-solícitos de la comida, de la bebida y del vestido; porque ya nuestro Padre celestial sabe que de todo esto: ne- cesitamos: miraba , en fin , que 'nada le faltaría al que de todo corazon buscase primero el reyno de Dios y..su justicia ;.y enseñado por todos estos oráculos divinos se entregó en los brazos de la di- vina Providencia para obedecer. 4 Dios, para se- guir á Dios, y para llevar por Dios con-igualdad de espíritu. y tranquilidad de.corazon todas las co- sas: las alabanzas y los vituperios: los honores y las ignominias, la abundancia y la pobreza ,.la sa- lud y la enfermedad , los bienes y los males. Ved ahí un hombre superior á todas las cosas de la tierra : superior 4 las riquezas, á la nobleza , :4 las dignidades y 4 los placeres que nos disipan , en- soberbecen. y llenan de vanidad y. de. orgullo: su» perior 4 la enfermedad, 4.1os dolores , 4 la pobre-

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