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DE LA DEGOLLACION DE San Juan. 99 . estas momentáneas ibulaciones consigas la entrada en su reyno. Non li- et tibi. Entiende, finalmente, que si no te es lí- cito desestimar las tribulaciones de los justos porque nada hay mas provechoso, tampoco te es permitido apetecer las prosperidades de los pecadores, porque nada se encuentra mas perjudicial ni mas nocivo; pero esto es cabalmente la materia de la PE e 111; Y Ss E ¿ro Es AS » SEGUNDA PARTE. - Quando no tuviéramos otra prueba para demos- trar el daño que causan las prosperidades á los pe-. cadores , que la utilidad que les resulta de las tribu- laciones, ésta sola bastaria para evidenciar esta ver- dad. La santa Escritura nos da “admirables exem- plares de ilustres pecadores que abrieron los ojos á la luz de la penitencia, luego que fueron toca= dos misericordiosamente del Señor por medio de la tribulacion. Manasés nose convierte al Dios de sus padres y Señor de los exércitos hasta que se vé | N 2