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98 SerMoN VI, | cedió como el Santo lo habia pronosticado. Las per- secuciones, las asechanzas, las cárceles, la muerte misma , todo fue efecto de su santa libertad. ¡Pero felíz muerte que le conduxo á la eterna vida! ¡Fe- Jlices cadenas, felices cárceles, santificadas con la sangre del mas ilustre de los mártires! ¡Felices tri- bulaciones que pasasteis en un momento, y le ad- quiristeis un peso inmenso de gloria! ¡Felices tri- ,bulaciones, cuya memoria , llena de bendicion, se- rá eterna sobre la tierra, y mucho mas en el cielo! Allí vé 4 Dios, conoce á Dios, ama y goza de Dios el grande Bautista por los siglos de los siglos, en com- pañía-de las puras Vírgenes, de los celosos Confesores, de los valerosos Mártires, y de los iluminados Profe- tas, Apóstoles, Patriarcas y demas bienaventurados: y aquí en la tierra los pueblos, las provincias, los rey- nos, España, Italia, Alemania, la Iglesia toda ex- tendida desde el oriente al occidente, y desde el septentrion al mediodia , se regocija con su memoria, - se ilustra con sus reliquias, dá culto y adoracion á Dios en los altares elebra reli- giosamente sus virtudes y su triunfo. ¡Qué provecho- sos son, amados oyentes mios, los trabajos en los justos! ¡qué útiles las tribulaciones! No os quexeis, cristianos, de la adorable providencia de Dios, si en esta vida os aflige con tribulaciones y trabajos. Non licet tibi. No os es lícito impacientaros si os visita con amarguras interiores, con obscuridades en el alma, con tédios, desabrimientos y disgustos en vuestro espíritu: adorad la rectitud de sus juicios, esperad en sus misericordias, clamad, y sereis socorridos. Von licet tibi. No es lícito, pe- cadores , murmurar de vuestros próximos porque os persiguen, calumnian y maltratan: reconoced la mano benéfica de vuestro Criador, que por ese me- dio quiere despertaros del letargo de la culpa , quie- =